Los medicamentos homeopáticos están preparados a partir de sustancias naturales, provenientes de los tres reinos: Vegetal, Animal y Mineral/Químico – y no solo de plantas, como se podría pensar.
Estas sustancias, identificadas por sus nombres en latín, dan nombre al medicamento homeopático para que su designación sea universal.
Es a partir de esa sustancia original que se hacen diluciones sucesivas necesarias para la creación del medicamento homeopático. En el proceso de dilución, la sustancia pierde gradualmente su toxicidad, manteniendo, sin embargo, el efecto terapéutico específico.